top of page

Meditación: Honrando a la Diosa-Yoni

Amadas hermanas, Mujeres Sagradas y Divinas…  con mucho amor y gratitud queremos compartir con ustedes una meditación que ha sido inspirada en el Amor Femenino Divino que nos convoca y re-une a todas en este precioso proyecto que co-creamos juntas: La Manta Yoni.

 

Las invitamos a vivir esta meditación como una Ceremonia muy especial. Si gustan pueden vestir sus faldas más hermosas para permitir que la conexión con lo Femenino Divino a través de nuestro Yoni sea potenciada  por el Círculo de Poder que dibujan nuestras faldas. Es un momento de gozo y gratitud, una verdadera Celebración de quienes Somos.

En este estado de profunda apertura, descanso y fluidez, llevamos nuestras manos a nuestro Útero, formando con ellas un precioso y sagrado triángulo que envuelve nuestro útero y cuya punta señala nuestro Yoni Sagrado y el camino hacia la Tierra. Seguimos respirando profundamente, sintiendo cómo ese triángulo se llena de Luz y Amor… Podemos sentir como desde nuestra coronilla una hermosa y radiante  Luz desciende hasta llenarlo todo… En ese momento elevamos esta plegaria:

Honrando a la Diosa-Yoni

​

“Vamos respirando profundamente, permitiendo que el aire fluya a través de nuestro cuerpo. Cada vez que inhalamos permitimos que una Luz cálida y dulce ingrese a nuestro cuerpo, viajando a través de él e impregnando cada una de nuestras células. Cada pequeño rincón de nuestro cuerpo es abrazado por la luz amorosa y compasiva que comienza a colmarnos de paz… Respiramos profundo y nos permitimos soltar toda tensión física, mental y emocional que aun podamos registrar en nuestros cuerpos. Cada una a su ritmo va abrazando el Amor que entra a través del aire que respiramos y que acaricia cada fibra de nuestro cuerpo. Sentimos nuestro cuerpo, la vida que palpita en él. Sentimos como cada centímetro de nuestro cuerpo físico vibra y vive. Respiramos profundamente agradeciendo nuestra preciosa presencia en estos cuerpos que sostienes nuestros más sagrados y profundos propósitos. Guardamos un  momento de silencio mientras cada una disfruta de su respiración, del amor que fluye a través de ella y de sus cuerpos vivos y radiantes de Luz…

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​


​

"Oh Amada Madre,

Divina Señora de los Tiempos Eternos,

Oh Amada Diosa,

En el centro del triángulo Sagrado que Somos

Te llamamos, Oh Madre, Oh Divina,

Para que en el seno del Misterio que Somos

viertas tu Luz y Tu Bendición.

Somos Tus Hijas y aquí en la Tierra

Seguimos la senda que nos fue entregada

Hacia el Corazón donde se nutre la Vida

Hacia el Corazón de la Tierra, MADRE, ábrenos la puerta.

Concédenos Madre, la Medicina de tu Gracia,

Que nuestro Yoni sea un Portal hacia los misterios de tu Gloria

Que nuestra Sangre sea un Camino hacia la Fuente de tu Seno

Oh Diosa, en tu Corazón donde Somos Una pulsamos la Hermandad

Bendice Madre Nuestro Círculo, los Cuerpos y las Almas que lo sostienen en tu nombre

Que los Tiempos se disuelvan en la Espiral Sagrada de tu PrEsencia

Y que el Ciclo de la Vida se renueve en La Sabiduría de tu Corazón.

Que así sea Oh Divina,

para cada una de nosotras, de nuestras relaciones y del Mundo Entero.

Ahó.”

En quietud y respiración nos quedamos sintiendo el Amor dulce de la Madre aflorando en nuestro Útero, y poco a poco vamos permitiendo que esa hermosa energía bendita que bañan nuestro triángulo sagrado comience a descender hacia nuestro Yoni, acariciando cada uno de nuestros órganos internos y externos, hasta que un baño de luz  que puedes sentir de color rosa o rubí intenso comienza a descender aún más por nuestras piernas bañando nuestros pies y continuado hacia abajo, sumergiéndose en el misterio mismo de la Tierra hasta lo profundo, hasta fundirse con el Corazón de la Madre Tierra… Disponemos entonces nuestro útero y nuestro Corazón para recibir esta vez la Gratitud y el Amor de la Madre Tierra que nos abraza y nos envuelve en un cálido manto de Amor, Generosidad y Compasión… Y sentimos como ella nos susurra su mensaje… cada una puede escucharlo en su Corazón…

“Todo está bien, nada escapa a la perfecta gracia Divina, Confía hija mía, y descansa en mi Corazón… La Salud, la Abundancia y la Dicha son tu herencia divina, La Vida es tu regalo, búscame en ella, en cada resplandor, en cada despertar, todo está resuelto en lo profundo… El Fuego es Eterno y Voy de tu mano…”
 

Nos quedamos un momento sintiendo.

​

Continuamos respirando suavemente, el tiempo que sea necesario… Poco a poco a través de nuestra respiración vamos otra vez accediendo a este precioso presente. Vamos sintiendo nuestro cuerpo, nuestros pies, nuestras manos, nuestro Yoni y los latidos de nuestro Corazón, y nos sentimos dichosas de estar aquí y ahora celebrando la Vida y nuestra presencia en ellas como Mujeres hijas de la Tierra.”

​

 

Gracias Infinitas a Todas por formar parte de esta hermosa Familia que honra la Vida y el Cuerpo que la sostiene.

​

Paz, Amor y Vida!

bottom of page